La bandera de un país de mierda.
Vivimos en un mundo donde cada día te puedes encontrar con una sorpresa mayúscula al doblar una esquina estándar de una ciudad estándar de cualquier país estándar. Estoy hablando de esos paises grandes, con millones de kilómetros cuadrados que servirían para construir inmensas ciudades, pero que simplemente se encuentran vacíos de toda presencia humana. Todo el mundo conoce los grandes estados, como Rusia, que ocupan una inmensa cantidad de terreno que básicamente se encuentra inhabitado y por el que de vez en cuando pasa un loco en busca de aventura. Pero tener tanto terreno a veces compensa, ya que caminando por ahí te puedes encontrar con una mina de Antimonio, o un filón de Oro, haciendo que los ricos se froten las manos al ver el potencial de que medren sus fortunas. También puede darse el asunto de que, al tener tantísimo territorio al que va poca gente, se pueda colocar por allí un cementerio nuclear así sin venir a cuento. Luego llegarán las quejas de superpájaros mutantes de 400 kilos que hacen ¡¡¡¡PIO!!!. O también poner un centro de investigación sobre armas biológicas o algo parecido, todo sea por el bien de la patria.
Pero, ¿qué pasa cuando pasamos de un extremo a otro? Estaríamos hablando de un país pequeñito, con apentas un par de cientos de kilómetros cuadrados, donde das dos pasos y se está cruzando la frontera hacia otro país, ya sea amigo o enemigo. Personalmente a mi me gustan mucho los extremos, ya que es ahí donde se aprenden muchas cosas. Así que no quiero un país que tenga algunos cientos de kilómetros cuadrados, quiero uno que no tenga ni 100, y que no sea el Vaticano (también conocido como esa máquina de lavar dinero). Así que vamos a hablar de Nauru.
Nauru, ese país.
Seguro que nadie conoce Nauru, es mas, yo no lo conocía hasta hace un par de semanas cuando bicheando por la red de redes me encontré con su curiosa historia. La historia de un país que, literalmente, vive de la mierda. Pero antes, demos un par de datos geográficos, que siempre queda muy bien y así si alguien os pregunta por la calle, ¡killo! ¿Donde está Nauru?, pues podrás contestar que se encuentra al oeste de las Islas Marshall y a sólo unos kilómetros al sur del Ecuador. Pero vamos, que para ponernos finos diremos que es una isla mas de las miles de islas que componen la Micronesia, que te pones a contar y no acabas.
El caso es que la preciosa isla de Nauru es el estado insular mas pequeño de nuestro planeta, sí, vivimos en un planeta, que parece que hay gente que se olvida de ello. Es una isla que si llega a los 22 kilómetros cuadrados hay que coger un canto y darse en los dientes por si acaso. Y si ya hablamos de habitantes, pues podríamos comentar que apenas viven unas 15000 personas. Pero vamos, que vivien por gusto, no porque Australia esté a 4000 kilómetros cruzando a nado el Pacífico.
Si nos ponemos en plan historiador podríamos decir que Nauru lleva mucho tiempo allí puesta, pero no adquirió notoriedad hasta el siglo XX cuando se descubrió como potencia económica que lo podía petar a base de mierda. Fué invadida por los japoneses en la Segunda Guerra Mundial y posteriormente liberada por los Australianos. Obtuvo su independencia y reconocimiento como estado soberano en 1968, pasando a ser un orgulloso miembro de ese selecto club que son las Naciones Unidas. Si hay algunos miembros de la ONU que presumen de ser jodidamente ricos a base de petróleo o cosas así, Nauru estaba donde estaba porque tenía muchísima mierda.
Creo que ya va siendo hora de explicar todo ese tema de la mierda, que tantas veces que lo he dicho y seguro que ya estais con las carnes abiertas. Pues bien, podríamos decir que hasta, mas o menos el año 2002, el nivel de vida de los Naruanos era equiparable al de cualquier país desarrollado, con su tele, sus zapatillas de andar por casa, incluso perritos que traían el periódico de la manera tradicional. Todo esto debido a la gran riqueza de la isla en mierda, sí, en mierda. Concretamente una mierda muy valiosa denominada Guano que es básicamete....mierda de pájaro. Concretamente aves marinas, que durante siglos y siglos estuvieron haciendo sus necesidades en la isla hasta hacerla crecer a lo alto un par de metros.
Todo lo blanquecino, era mierda.
Este Guano es una sustancia rica en fosfatos que es un fertilizante de primera. Si le echas un vistazo a los tomates que te comes con la ensalada, aparte del sentimiento de culpa que deberías de sentir por comer algo que mucha gente de otras partes del mundo no podría no soñar comer, tienes que pensar que algunos de los nutrientes que tiene el tomate vienen directamente del fertilizante, vamos, de la mierda, con sus cinco letras.
Entonces, Nauru vivía de eso, de las exportaciones de mierda que otros países estaban encantados de comprar, tenían muchos cultivos que debían fertilizar y claro, ellos no tenían mierda suficiente (en sentido metafórico). El trabajo no faltaba y el dinero entraba a espuertas. Muchos se deslomaban picando guano y cargando sacos de la valiosa sustancia por el bien del pequeño país. Éste, gastaba el dinero a espuertas, bien haciendo urbanizaciones o comprando edificios de oficinas en tierras Australianas.
Vaya mierda de trabajo.
Pero pasó lo que pasa cuando vas a cagar, que terminas. La mierda se terminó, literalmente se excavaron casi toda la isla, dejando casi toda su superficie inservivle para otras actividades, como la agricultura. Aparte, que los vertidos de los residuos sobrantes de las excavaciones se arrojaban al mar, aniquilando varios arrecifes y con ello mucha pesca y potencial turístico.
Entonces, ¿qué va a pasar con Nauru? Bueno, allí siguen, muy contentos ellos de que tener teléfonos móviles desde 2009, pero con un banco nacional totalmente insolvente y un gobierno en quiebra, todo por no saber mirar hacia el futuro y prepararse para lo que estaba por venir. Al menos ahora están intentando venderse como reclamo turístico, pero seamos realisas, ¿quién coño va a ir hasta el puto culo del mundo de vacaciones?, con lo bien que se está en la piscina municipal, llena de canis y de gente de educación dudosa...un momento...¡yo me iba con los ojos cerrados!
Cuéntale a tus hijos que mereció la pena.
Esperemos que Nauru siga adelante y que a todos los Naruanos les vaya bien y que hayan aprendido la lección. Sería curioso que el país desapareciese básicamente porque no tienen nada, algo nunca visto. De mientras, seguiré comiendo mi ensalada con tomates y pensando de donde vienen los nutrientes. Sigue aprendiendo...