Solo puede quedar uno.
Admitámoslo, todos nosotros hemos querido ser inmortales alguna vez en la vida. Eso de no morir atrae bastante por el simple factor de eludir a la misma muerte, que ya nos acojona bastante como para andarnos de paseo con ella. Si bien en algunos videojuegos te puedes hacer colega de la muerte e irte de cañas con ella (véase saga de Los Sims), nuestra triste y colorida realidad no es tan genial como querríamos que fuese. Aparte que un planeta superpoblade de humanos inmortales sería algo totalmente indeseable. Bastante tiene el planeta con soportar a unos cuantos miles de millones de nosotros como para tener que aguantarlos para siempre. Pero de nuevo, la Naturaleza vuelve a dar al humano una lección de todo lo que puede hacer, y es que entre sus muchos habitantes, hay uno que parece ser virtualmente inmortal. No chicas, no es el vampiro brillante de Crepúsculo, así que vamos a ver quién es.
Que elegancia tiene Turri en el vestir.
Ahí Está, ese bicho de ahí arriba es el que tiene esa fama de inmortal que lo ha catapultado hacia el éxito (en la gala de los Oscars lo petó). Se llama Turritopsis Nutricula, Turri para los amigos. Tampoco es que sea un bicho feo, tiene su encanto, o una belleza eXotica, como le digo yo a las chicas que son evidentemente feas pero no quiero herir sus sentimientos ya que la X le da mucho caché a la eXpresión.
Pero el caso es que Turri viene a ser una medusa inmortal. Concretamente es una especie de hidrozoo hidroideo de la familia Oceanidae. Vamos, un bicho que vive en los océanos. Conretamente su hábitat se encuentra en los mares del Caribe, donde vive a todo tren en un Resort de 5 estrellas, pero misterios de la vida, se ha expandido por muchos océanos del mundo en busca de aventura. También está presente en el Mar Mediterráneo pero no en el Caspio, ya que usa un champú adecuado para ese tipo de problema (chiste muy bueno).
Todo el mundo sabe mas o menos como es una medusa. Así con cuerpo en forma de campana con largos y gelatinosos tentáculos. Turri no es mu grande, tan solo llega a medir unos 4 o 5 mm, pero a la hora de tener tentáculos no tiene rival. A pesar de que siendo joven sólo tiene 8 tentáculos, ya cuando es mayor alcanza la friolera de hasta 90 tentáculos.
¿Pero son inmortales o no? Por lo visto sí. Tienen la capacidad de, digamos, volverse jóvenes mediante un proceso de transdiferenciación. El proceso de Transdiferenciación es algo bastante común en el reino de las lagartijas, ya que son conocidas por ser capaces de regenerar sus colas cuando algún niño tocapelotas las molesta. El proceso consiste en que una célula (que no sea una célula madre) se transforme en otra, en este caso para ayudar a la regeneración de la cola del pobre bicho.
Que elegancia a la hora de nadar.
Ese es el método que utiliza Turri para mantenerse siempre tan joven. Explicado en términos humanos, su proceso consiste en que llegado el momento en el que decidimos que hemos envejecido lo suficiente y que nuestras arrugas no afean mucho, le decimos a nuestras células que tomen cartas en el asunto y nos devuelven al estado de cuando éramos unos indefensos y tiernos bebés. Pues con Turri igual, una vez decide que ha crecido lo suficiente puede volver al estado de pólipo (cuando eran bebés) para volver a crecer.
Todo esto se ha observado en un laboratorio en situaciones controladas, ya que observarlo al natural es muy complicado. Ye me dirás como observas tu a un bicho de 5 mm en medio del Océano Atlántico. Pero no hay que alarmarse, a pesar de que parece que pueden repetir este ciclo indefinidamente, no conquistarán la tierra ni colapsaran los mares y océanos, ya que Turri siempre suele ser pasto de los peces hambientos y ballenas que hablan balleno. Ni los inmortales se libran de morir en las barbas de una ballena.
Turri nos lleva a pensar en si algún día el ser humano conseguirá ser inmortal o al menos vivir mas de 100 años de manera mas o menos natural. Yo espero que no llegue a la inmortalidad, por las razones antes expuesta, pero vivir un poco mas está bien, así hay mas tiempo para ir por ahí con los amigotes intentando ser mejor persona. Además que si se vive mas tiempo hay que trabajar mas tiempo para cotizar mas tiempo, no vamos a estar de los 65 a los 120 chupando de la teta del estado.
Turri en otra vida fue sombrero.
Como siempre, la Naturaleza no para de sorprendernos y ya estoy ansioso de ver que nos tiene preparado para la próxima, mientras tanto, os sugiero que veáis The Man from Earth, que solo está en inglés con subtitulos para saborear un poco de inmortalidad y quedar prendado de la figura de John Oldman, he dicho.