No, no son pintalabios.
Vaya...hace...mucho tiempo que no me pasaba por aquí. Es extraño volver a este espacio, ha pasado mucho tiempo. Y ni si quiera os di una explicación, que indecoroso por mi parte. Confieso que muchas veces quise entrar pero me daba verguenza porque abandoné esto como cualquier desgraciado abandona a un perro/gato/animal de compañía por ser demasiado grandote. La razón de por la cual dejé de escribir? No lo sé, aunque llevo una temporada en que casi no tengo ganas de nada, me cuesta mucho ir a clase y concentrarme estudiando. Pero hoy me he dicho, coño, porque no escribir algo? Me han entrado unas repentinas ganas de explicar algo y que la gente piense por un momento. Supongo que no me leera mucha gente, pero bueno, intentaré publicar de vez en cuando.
Y que ha sido de mi vida? Bueno, he conocido algunas maravillas del universo gracias a mi telescopio (ya pondré alguna fotillo algún día y puede que algún video) Intenté escribir una historia de zombis pero se me fue la inspiración y las ganas. También conocí el dolor de la pérdida de un miembro de mi familia que todavía echo mucho de menos. Pero bueno, hoy es domingo y ya estoy un poco hasta los huevos de estudiar, así que que coño! vamos a hablar de la homeopatía, ese comecocos que estafa a mucha gente. Vamos a ello, como siempre!
Pero dejémonos de chanfainas, cuando empezó todo el rollo este? Pues no tan lejos en el tiempo, concretamente a finales del XVIII, principios del siglo XIX, por un tal Samuel Hahnemman, un medico alemán que se aburrió de los principio de la medicina normal y decidió inventar la homeopatía. Pero todo por una buena causa.
Básicamente la medicina de aquella época seguía siendo un tanto arcaica y mataba mas que curaba. Lo que predominaba era hacer sangrías a la gente (sacarle mucha, mucha sangre), hacerla vomitar, etc etc. Así que el bueno de Samuel renegó de todo esto y se lió la manta a la cabeza para iniciar una nueva medicina.
Tras una serie de experimentos con la quinina llegó a la conclusión de que una cosa que provoca efectos similares a los de una enfermedad, necesariamente tiene que curar esa enfermedad. Esta hipótesis es cuanto menos curiosa y debería haber muerto hace ya mucho tiempo, pero no...sigue viva hasta nuestros días.
Basícamente, lo que hacia el bueno de Samuel, era diluir pequeñas cantidades de sustancia en agua y darselas a los pacientes para combatir a la malvada enfermedad. Luego, llegó el hombre que redefinió la homeopatía, y como no, tenía que ser americano. Jame Tayler Kent redefinió y refundó la homeopatía basándose en que toda sustancia que te encuentres por ahí, ya sea una planta, una piedra o un gamusino, crea una sintomatología que puede curar cierta enfermedad.
Todo esto es muy bonito si fuese cierto, pero es que el error de base de los homeopatas es que ellos piensan que los sintomas de la enfermedad no son cosas derivadas de la enfermedad, si no que son reacciones del sistema inmunológico que esta luchando contra la enfermedad. Permitanme darle un poco de razón a los homeópatas, en ciertos casos es así, pero no en todos. Es como si me bebo un litro de lejía y se me quema el esfófago porque mi sistema inmunológico le ha ordenado a mi esófago que se queme.
Agua, eso es lo importante, el agua. Sin ella los homeópatas no son mas que una panda de jipis y parias desterraos. Ellos tienen la firme creencia y determinación que el agua tiene memoria, sí, memoria. Quiere decir esto que cuando meas, el agua se acuerda que la has mezclado con orina. Se acordará cuando llegue al mar, cuando se evapore, se convierta en nube y vuelva a los pantanos. Exacto, el agua, eso que bebes todos los días, con la que te limpias, la que tiras inconscientemente, uno de los pilares de nuestra civilización, es fundamental para los homeópatas, ya que es básicamente lo que te venden, agua.
Estos supuestos maestros de la curación, a la hora de fabricar sus remedios siguen un método llamado dilución en serie, que consiste en diluir una disolución una y otra vez, y cuanto mas se diluya la mezcla, mas potente será el remedio, pero....hay un problema en ese principio. Básicamente lo que hacen es coger cualquier sustancia y diluirla en agua. Lo normal es coger una gota de, pongamos, orín de mono titi, y diluirla en 99 gotas de agua. Luego es vital removerla virgorosamente, que se mezcle bien. Para que las propiedades del orín de mono titi queden bien grabadas en la memoria del agua. Con esto obtenemos una disolucion del 1%. O como ellos la llaman 1C. Luego, cogen una gota de esa mezcla 1C y la vuelven a diluir con 99 partes de agua, dnado lugar a una 2c y así sucesivamente. Llegados al punto de la 6C, es como si diluyesemos una gota de orín de mono titi en el agua de 20 piscinas olímpicas. Pero sigamos, Si llegamos a 12C sería como mezclar esa gota de orín en el Océano Atláncito. Pero lo peor de todo no es eso, si no que lo habitual es 30C en Europa, luego en America o en la India por ejemplo, son habituales las 30M, que son 1 gota diluida en 999 gotas, diluida 30 veces...buah.
Luego, con esa mezcla ultradiluida (llámese agua), impregnan unas bolitas de azucar con aspecto de píldoras y ya está, ya te hemos curado el cáncer o lo que sea.
Es bonito pensar que ojalá fuese cierto, que de verdad sea así y que fuese tan simple, pero mi poca experiencia en la vida real me ha llevado a pensar que lo único facil que hay en esa vida es morirte de asco al ver que la vida es bastante complicada.
Estos curanderos se valen del desconcertante efecto placebo, que consiste simplemente en que si yo te digo que esto que te voy a dar te cura, tu mente ya esta condicionada para decirle a tu cuerpo, esto te va a curar, y misteriosamente los síntomas desaparecen. Es un misterio, lo sé, pero es lo bonito de la ciencia, los misterios sin resolver.
Como he dicho tantas veces, los humanos somos tan idiotas (yo el primero) que creemos comprender casi todo, pero el cerebro...es algo que se nos resiste, no nos quere desverlar sus misterios, siendo el efecto placebo uno de ellos.
Como siempre, la realidad es una puta mierda, y que es lo que manda? La pasta, el dinero. Vamos ver, estás vendiendo agua y azúcar, sácando un montón de pasta y encima la gente cree que se cura, coño! el negocio perfecto no!? Ya luego das un discursito poniendo 4 o 5 palabras difíciles y sugestionando al paciente y ya lo tienes en el bote.
Y ya tengo que dejar de escribir porque me estoy poniendo furioso con todos esos jipis y que tengo que estudiar tambien. No me he quedado contento con este post, no creo que sea uno de los mejores, pero intentaré mejorar, he dicho! Sigue aprendiendo...